Ale Cantú — 6 consejos para gestionar tus expectativas salariales si estás en el extranjero



Aunque trabajar en el exterior es el sueño de muchos los que, como yo, en algún momento de sus vidas decidieron emprender el viaje de emigrar a otro país, el tema del que poco se habla en voz alta es precisamente cómo aprender a gestionar nuestras expectativas salariales. 

¿Qué debemos contemplar al aceptar un trabajo o no? ¿Con qué nos debemos conformar cuando empezamos a recibir propuestas? ¿Es bueno empezar con expectativas bajas e ir subiendo?

¿Qué te parece si empezamos por el principio?

La llegada a un nuevo país y el primer trabajo

Normalmente cuando iniciamos una nueva vida en otro país ocurren tres situaciones, que comúnmente veo todos los días en las personas que vienen a mis sesiones de coaching. 

Por un lado tenemos a ese profesional con una amplia experiencia laboral en su país pero que, sin embargo, emigra con miedo y acepta trabajar a cualquier precio y en trabajos que no tienen nada que ver con su profesión por el simple hecho de empezar a trabajar. 

Tenemos también a otro tipo de personas que, aunque saben lo que quieren y buscan empleos acorde a ello, tienen miedo a hacer preguntas sobre las condiciones del puesto y se conforman con la primera información que reciben por miedo a perder la oportunidad; pero también tenemos a las personas que hacen parte del tercer grupo, profesionales que saben lo que quieren, llegan al nuevo país enfocados y con la confianza para negociar el salario que merecen en caso de presentarse la ocasión.

Así que para que evites caer en el primer o segundo grupo y gestiones tus expectativas salariales lo mejor posible, aquí te dejo estos consejos rápidos. 

1. Ten en cuenta dónde estás:

Lo primero que debes tener en cuenta cuando emigras y buscas empleo es saber cuánto cuesta la vida en dicho país.  

El nivel de vida no es igual en todos los países, por ejemplo: no es lo mismo mudarse a Vietnam que a Japón, aunque ambos países estén relativamente cerca. Incluso, las condiciones pueden cambiar de una ciudad a otra. ¿Qué determina el nivel de vida? Aspectos como la seguridad, calidad de servicios públicos e infraestructura por ejemplo. Todas estas son variables que debes considerar  al momento de calcular cuánto necesitarás para cubrir los gastos básicos y  porque no, tener un adicional para ahorrar.

Tu expectativa salarial dependerá del nivel de vida que desees  tener.  Te aconsejo que con la mente despejada, papel, bolígrafo y toda la honestidad que puedas tener contigo mismo te plantees cuánto necesitarás para alcanzar el nivel de vida al que aspiras. Este dato será muy importante a la hora de determinar  si una propuesta salarial te conviene o no.

2. Investiga e infórmate sobre el campo laboral al que aplicas:

Así como te informaste sobre el nivel y el costo de vida del nuevo país, incluso antes de viajar, también es una buena idea investigar cómo funciona el sector o la industria para la que quieres trabajar. 

Es importante que comprendas cuál es el salario promedio en la profesión y la competitividad del cargo. Conocer cuál es el salario máximo y mínimo te ayudará a saber qué puedes esperar de una propuesta de trabajo y a negociar, si es el caso.  

Si cumples con esta recomendación no solo tendrás expectativas salariales reales, sino que también podrás negociar con mayor seguridad porque manejas la información que necesitas para no excederte o, por el contrario, aceptar una oferta que no se ajusta a tus necesidades y expectativas. 

3. Confía en ti

¡Qué importante es la confianza en nosotros mismos!

No confiar en nuestras propias capacidades y talentos nos impide pedir la retribución que merecemos y nos crea mucha inseguridad, sobre todo cuando estamos fuera de nuestra zona de confort.

Recuerda que tus conocimientos y tus habilidades son el capital que tienes para ofrecer y tienen valor sin importar de dónde vengas o dónde estés.  

Y es importante que aclaremos estos términos, porque tendemos siempre a tomar en cuenta los conocimientos académicos, sin embargo, un profesional a lo largo de su desempeño desarrolla otras habilidades “blandas” que no se aprenden en la universidad y pueden convertirse en aportes valiosos para una empresa.  Incluso, el ser expat puede ser una ventaja si tomamos en cuenta que has tenido que desarrollar otras competencias como la adaptabilidad, la flexibilidad y la resiliencia y puedes hacer aportes desde otro punto de vista debido a tu experiencia o tus orígenes. 

No te consideres en desventaja. Al contrario, resalta las ventajas que tienes, precisamente por ser extranjero. Confía en ti.





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